Ahorramos menos en 2010

Con el año que acabamos de dejar atrás, muchos afirman que hemos superado lo peor de la crisis, entre ellos, el grupo de Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones (ICEA) que han aportado estos datos gracias a su investigación. Lo interpretan así porque tradicionalmente las personas ahorran más en momentos de recesión y gastan con mayor alegría en períodos expansivos.

Pero padecer la crisis trae sus consecuencias. Una de ellas, que en 2010 los españoles ahorráramos un 2% menos debido, en parte, a la caída de los fondos de inversión en un 13 % menos que en el ejercicio anterior y el descenso del recurso a la bolsa para los pequeños inversores. Esta salida de inversores particulares del mercado de valores es lógica por la volatilidad que ha sufrido la bolsa española en este año, donde cayó un 17,43 % arrastrada por las desconfianzas y las tensiones que se han vivido en los mercados.

Una parte del ahorro que ha salido del mercado bursátil ha ido a parar a una isla más segura como es la renta fija. Posibilidad que garantiza una rentabilidad segura con un riesgo mejor. Pese a que los tipos de interés son más bajos prevalece el sentimiento de seguridad. Así, creció un 13% siendo el producto que más subió alcanzando la cifra 57.000 millones de euros.

Por su parte, los depósitos bancarios, en un año en que las entidades han estado enzarzadas en una agresiva guerra del pasivo, ha crecido sólo un 3%, hasta los 855.000 millones de euros. Sin embargo, siguen siendo el producto de ahorro más popular entre los españoles, ya que suponían al cierre de 2010, el 49 % del ahorro total, casi la mitad de lo que se reserva para esta partida.

Por su parte, los seguros de vida crecieron un 2 %, hasta los 146.633 millones de euros, y los planes de pensiones se estancaron, cerrando en 84.757 millones, prácticamente, la misma cifra que el año anterior. Pero estos se han visto perjudicados por la baja rentabilidad ofrecida durante el ejercicio, en un momento de crisis en el que los ahorradores han ido a asegurar el interés obtenido, aunque éste sea bajo.

En definitiva, solo el tiempo dirá si lo peor de la tormenta ha pasado ya.