Me han robado, ¿y ahora qué hago?

El verano, época de tranquilidad por excelencia, se puede llegar a convertir en una pesadilla si, una vez de regreso a tu hogar tras los meses de asueto vacacional, te das cuenta de que alguien ha estado “de visita” en tu casa sin ser invitado. Y es que, aunque la época estival sea tiempo de parar y descansar, los ladrones no se toman vacaciones.

Según datos del último informe del Ministerio del Interior sobre criminalidad, los delitos contra el patrimonio, entre los que se encuentran los robos a viviendas,  representan casi el 30% del total de actividades delictivas cometidas en nuestro país. A esto hay que añadir el evidente incremento de la criminalidad en los meses de verano, aprovechando la despreocupación, la tranquilidad y el abandono de las viviendas habituales.

Si llegados a este punto, ya te has ido de vacaciones, has hecho caso omiso a las recomendaciones que cada año nos llegan desde diversos medios para evitar robos en casa, o, aún habiéndolas seguido al pie de la letra, llegas a tu querido hogar y te lo encuentras patas arriba y echas en falta objetos de valor, ¿qué puedes hacer?

Lo primero es no alarmarse. Después del sofocón inicial hay que intentar tranquilizarse, porque, encima de que te roban, puedes acabar con un ataque de nervios en el hospital. Después, se pueden seguir unos simples pasos para hacer más llevadero este trago veraniego:

• Llamar a la policía: lo primero que se debe hacer en estas situaciones es dar parte de lo ocurrido a la policía local o nacional. Si se intuye que el ladrón puede seguir dentro de la vivienda no hay que enfrentarse a él. Puedes refugiarte en casa de algún vecino y avisar a la policía desde allí.
• No tocar: lo mejor en estos casos es que no toques ni mueves nada y dejes “la escena del crimen” tal como te la encontraste. Así facilitarás la labor de la policía en la recopilación de pruebas.
• Lista de lo robado: una vez la policía haya revisado y hecho las fotos pertinentes, deberías revisar habitación por habitación y hacer una lista con todo lo que echas en falta.
• Seguros: por último, si tienes contratado un seguro del hogar, ya puedes ponerte en contacto con ellos, para dar parte y que se hagan cargo de la cuantía de objetos robados, desperfectos…

Con estas pequeñas pautas, la mala experiencia del robo seguirá existiendo, pero puede que te sea más fácil pasar el mal trago y los trámites posteriores.