Freno a la guerra de los depósitos

El Gobierno ha aprobado un nuevo decreto que ha entrado en vigor hoy, el cual, castigará las altas remuneraciones que se han ofertado recientemente por parte de las entidades financieras para poder poner freno a estas tácticas que han llevado a una auténtica guerra de depósitos.

El nuevo decreto penalizará a los depósitos denominados de alta remuneración (aquellos que superen el 3,1% de rentabilidad). Esta normativa se puso en marcha tras la actitud de los bancos y las cajas que se han embarcado en una contienda comercial intentando captar el ahorro interno. Así, la primera fase de esta batalla fue ofrecer depósitos con rentabilidades muy elevadas. Muchas entidades llegaron a ofertar hasta un 5% lo cual no siempre ha tenido consecuencias positivas.

De hecho, la proliferación de altas ofertas fue tal que hace unas semanas el Gobierno decidió intervenir en el asunto, aprobando una penalización para los depósitos de excesiva remuneración. Así, para los bancos cada euro captado fuera del nuevo margen marcado supondrá un coste adicional de 24 puntos y para las cajas, de 40. De esta forma, si un banco logra 100 millones fuera de los límites, su aportación al fondo de depósitos se encarece 2,4 millones; si lo hace una caja tendrá que abonar 4 millones de más.

Desde que el Gobierno anunció estas nuevas penalizaciones, algunas entidades financieras también han ido recortando sus ofertas en depósitos para ajustarse a las nuevas exigencias. Aunque otras han preferido esconder hasta hoy cuáles serán los nuevos rendimientos de sus depósitos. Eso si, el nuevo decreto no penalizará a las entidades que operan en España como entidades extranjeras.

Además de estos cambios, la banca ha decidido también variar su estrategia e intensificar las ofertas (regalando televisores, consolas u ofreciendo dinero) para la captación de nóminas, ya que en este terreno no encuentran penalizaciones.

Con esta iniciativa no solos se pretende poner freno a esta guerra de depósitos sino también evitar consecuencias de la misma como que estas altas remuneraciones acaben por trasformarse en créditos más caros, según se informa desde el Gobierno.