¿Me das tu facebook, guapa?

Cada día es más difícil ver en un bar, o cualquier lugar que se preste a ello, un intercambio de teléfonos como método de inicio del ritual humano de cortejo. Las redes sociales han transformado de tal manera nuestra forma de comunicarnos que hasta el teléfono móvil, adalid de la modernidad hace pocos años, está pasando a la historia como forma de relación directa y efectiva.

Los jóvenes ya no quieren tener un simple e impersonal número de teléfono para “controlar” a sus (posibles) amistades, ahora piden el perfil de facebook, twitter, tuenti…, así se mantienen en contacto y, ya de paso, sacian la ansiedad de ese pequeño voyeur que todos llevamos dentro.

Está claro que la interacción social en el siglo XXI está dominada por Internet, y más concretamente por las redes sociales. Así se desprende del estudio de consumo de redes sociales elaborado por la agencia Universal McCann, en el que han participado 37.600 usuarios, y que deja clara muestra de esta predilección digital a la hora de relacionarse.

De hecho, la primera intención de las 1.500 millones de visitas a redes sociales que se producen al día es esa misma, relacionarse: contactar con amigos o hacer otros nuevos. También se utilizan, en menor medida, para sentirse integrados, expresarse libremente, hacer contactos laborales o, simplemente, para pasar el tiempo y entretenerse.

Cada día se crean nuevos perfiles en el gran abanico de redes sociales que podemos encontrar en Internet, no en vano, tres cuartas partes de los internautas activos han creado alguna vez un perfil en una red social. Con visos de ser una tendencia continuista, dentro de pocos años los jóvenes, y no tan jóvenes, ya no utilizarán el clásico ¿me das tu teléfono?, sino ¿me agregas al facebook?