SIM integradas

Las SIM, esas pequeñas tarjetas que nos proporcionan las operadoras móviles cuando adquirimos un número nuevo y que dan conexión a nuestro teléfono una vez introducidas, parecen tener los días contados. Una tecnología más, revolucionaria en su momento, que tiene todas las papeletas para morir en los próximos años.

El uso intensivo que se está haciendo en los últimos dos años de Internet en movilidad está llevando a la GSM Association, una asociación a nivel mundial que vela por el desarrollo y la estandarización de los servicios de telefonía móvil, a plantearse la eliminación de la SIM física tal como la conocemos y pasar a integrarla en los diferentes aparatos electrónicos.

Esta decisión ampliaría el espectro de uso de las SIM, y por tanto de todos los servicios tecnológicos que proporciona, a otros aparatos como las cámaras de fotos, los tablets, los ordenadores portátiles…, y supondría una nueva -y tremenda- fuente de ingresos para las operadoras móviles.

Esta tecnología, que se activaría de forma remota por los prestadoras de servicios móviles una vez contratados sus servicios, sólo parece tener ventajas, pero no está libre de ciertos problemas.

Los gadgets que manejamos habitualmente no están preparados para soportar el gasto eléctrico que supone una conexión online, por lo que las baterías se resentirían con un mínimo uso. Se deberían implementar mejoras energéticas para acceder a una comunicación inalámbrica desde aparatos tan básicos como un reproductor mp3.

Además, estos productos electrónicos podrían empezar a comercializarse anclados a una tarifa de datos con permanencia, como ocurre con los móviles, algo que no resulta nada atractivo.

De todas formas, deberemos esperar algún tiempo para que esta novedosa tecnología dé la cara en el mercado. Mientras podemos seguir especulando sobre sus diferentes usos y disfrutes.