Más seguridad en las tarjetas

Quizá a alguien le haya extrañado que, desde hace unos meses, todas las nuevas tarjetas de crédito o débito emitidas por los bancos llevan un chip bien visible en el frontal, y, además, al pagar en un comercio, te veas obligado a teclear tu PIN en vez de firmar el recibo, como sucedía hasta ahora.

Este cambio se debe a la actualización de los sistemas de seguridad de pago de las entidades bancarias a los nuevos estándares europeos. Este nuevo chip integrado en las tarjetas, conocido como EMV, incrementa la seguridad a la hora de realizar cualquier transacción, porque, además de estar obligados a introducir el PIN, se utilizan complicados algoritmos de cifrado para la autentificación de dicha tarjeta.

La banda magnética que hasta ahora utilizaban las tarjetas parece estar condenada al olvido, porque los nuevos chips EMV proporcionan mayor rapidez, flexibilidad y seguridad. Gracias al chip se abre un abanico de posibilidades en un pequeño trozo de plástico: diferentes aplicaciones de pago, transacciones sin conexión, autentificación de la tarjeta, parámetros de pago establecidos por el titular…

Se acabaron los días de sufrimiento por perder de vista la tarjeta a la hora de pagar en cualquier lugar. Con los nuevos chips, el pago no se hará efectivo a no ser que se introduzca el correspondiente PIN, al igual que sucede en los cajeros automáticos. Eso sí, esto también implica una serie de precauciones por parte del usuario.

Tu tarjeta ya no podrá ser copiada tan fácilmente, ni podrán utilizar el número en compras a través de Internet, pero si alguien se hace con tu número secreto, todo el escudo de seguridad se hará trizas. Por eso es muy importante que a la hora de teclear el número en cualquier terminal de pago portátil, se tomen las mismas medidas que en un cajero: vigilar que nadie esté observando y tapar el teclado con la mano mientras se introduce el número.

Si no olvidamos estas sencillas medidas, con los nuevos chips EMV, nuestras tarjetas se habrán convertido en un fortín para personas con dudosas intenciones.