Los autónomos salen del pozo
Los trabajadores por cuenta propia siempre han sido uno de los primeros colectivos que sufren en carne propia los envites de la falta de trabajo y los problemas económicos. Y, en los últimos años, han sido los peor parados a la hora de analizar la situación laboral española.
Pero la enorme losa que sepultaba el ánimo de los autónomos parece estar levantándose en los últimos meses. Según un análisis de la Federación de Trabajadores Autónomos, por primera vez desde que comenzara la omnipresente crisis, la cifra interanual de nuevos autónomos afiliados a la seguridad Social ha aumentado. En concreto, en los primeros 6 meses del año, 263.037 empleados por cuenta propia han vuelto a la actividad laboral.
Aún así, las cifras no son para lanzar campanas al vuelo. El número de bajas registradas de enero a junio, 277.082, supera al de nuevos afiliados, lo que deja un saldo negativo de 14.045 autónomos menos que en el mismo periodo del año anterior. Pero los buenos números de altas disparan la esperanza.
Por sectores, la hostelería y el comercio son los que están impulsando esta pequeña recuperación. La apertura de nuevos restaurante, bares o locales de copas, muchos de cara al verano, han supuesto más de 11.000 nuevos emprendedores. Y el comercio, cerca de 2.500.
Para proteger esta escasa clase de trabajadores, que suponen una buena parte de nuestro tejido empresarial, el Gobierno ha hecho efectiva, por primera vez, una pensión contributiva en caso de cese de su actividad. Los autónomos podrán cotizar igual que los trabajadores por cuenta ajena y cobrar el paro cuando tenga que cerrar su negocio.
Esta medida puede incentivar a aquellos emprendedores que todavía tenían cierto reparo a la hora de iniciar un negocio propio. Con el paro asegurado con un mínimo de un año trabajado, puede que las cifras de nuevos afiliados repunten definitivamente, que falta hace.
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