Una conducción eficiente para mejorar nuestro entorno
Uno de los problemas que tienen las grandes ciudades es su elevado índice de contaminación atmosférica. Cada vez es más común leer en los periódicos estudios e informes que alertan sobre ello y que plantean medidas para intentar reducir la contaminación en las ciudades. Una manera de poder hacerlo es aplicando unas pautas mínimas y muy sencillas en nuestra conducción y con las que podemos hacer que nuestro vehículo contamine menos y así mejorar los índices de contaminación de nuestro entorno:
Conducir con marchas largas, de esta manera que mantendremos el motor de nuestro vehículo a bajas revoluciones. Si por ejemplo nuestro vehículo utiliza gasolina debemos circular alrededor de las 2.000 revoluciones por minuto, mientras que los vehículos diesel deben hacerlo entre las 1.500 y 2.000 revoluciones sin sobrepasar esta cifra. Si llevamos a la práctica este consejo reduciremos la emisión de gases contaminantes en un 15% aproximadamente. Además es conveniente evitar los acelerones y los frenazos bruscos.
Mantener en buen estado los neumáticos y revisar frecuentemente la presión de estos. Se estima que en torno al 20% del consumo de carburante se destina a superar la resistencia a la rodadura, por ello, contaminaremos más si no utilizamos unos neumáticos adecuados, si no están en buen estado o si no llevan la presión recomendada por el fabricante. Una presión correcta reduce esfuerzo, con lo que consumiremos menos gasolina y reduciremos la emisión CO2 a la atmósfera.
Circular con las ventanillas subidas cuando vamos a más de 100km/h, así reducimos la resistencia y consumiremos un 5% menos de gasolina y por lo tanto contribuiremos a que no aumenten las emisiones de CO2.
Es importante también hacer un uso racional del aire acondicionado y procurar que no esté ni por debajo ni por encima de los 23º C. De esta manera contribuiremos a que el vehículo reduzca considerablemente las partículas contaminantes que emite al ambiente.
Otros consejos prácticos en la conducción son intentar no cargar en exceso el vehículo, además es recomendable realizar una distribución coherente y lógica de la carga, limitar el uso de aparatos electrónicos en el coche para ahorrar energía y carburante y quitar los elementos exteriores imprescindibles que rompan la aerodinámica de nuestro coche y que harán que contamine un 4% menos. Por último, evita utilizar el coche en trayectos cortos e inferiores a 20 minutos, el transporte público es otra opción muy viable y que utilizan miles de ciudadanos para desplazarse. Una forma de ahorrar combustible y también de contribuir a nuestro bolsillo.
Para mejorar nuestra forma de conducción muchos investigadores e ingenieros llevan a cabo estudios que efectivamente demuestran la relación entre nuestro estilo de tráfico y la emisión de gases contaminantes. En la actualidad, un grupo de ingenieros de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid han elaborado un equipo de medida de emisiones y actividad del vehículo (MIVECO-PEMS) con el que poder analizar cómo influye la velocidad y el estilo de conducción en las emisiones de gases contaminantes. Es necesario tomar conciencia de la importancia que tiene el reducir los niveles de contaminación mediante una conducción ecológica y eficiente. Así haremos más segura y sana nuestra vida en las grandes urbes.
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