Crisis del motor y sus seguros

Las batallas por los precios más baratos también han llegado al terreno de los seguros de coches. El sector automovilístico que desde el comienzo de la crisis ha sufrido duras consecuencias (drástica caída de las ventas de automóviles solo paliada por las ayudas del Gobierno), ve como su situación no mejora. De hecho, la dura competencia en el terreno de los precio, ha hecho que en valores absolutos el resultado de la cuenta técnica fue de 166 millones de euros, con una caída del 44,3%.

El seguro de automóviles tradicionalmente ha sido objeto de atención preferente por la mayoría de las aseguradoras, ya que en muchos casos lo han utilizado como el método más rápido para crecer en primas, debido al uso masivo del vehículo y a la obligación legal de asegurarlo. En años de bonanza, como los pasados, las compañías han conseguido buenos beneficios con este ramo, por lo que podían rebajar el precio de las pólizas o dar mayores coberturas sin problemas para retener a sus asegurados o atraer a nuevos clientes.

Todo eso unido a la imposición del carnet de conducir por puntos y el progresivo endurecimiento de las normas de tráfico produjeron una importante reducción de la siniestralidad, sobre todo en lo referente a accidentes con víctimas mortales. Y al reducirse esa partida de gastos para las compañías, éstas podían bajar sus precios en la misma proporción de lo que se ahorraban por siniestros.

Pero en la actualidad estas premisas han cambiado y no parece que vayan a mejorar en un futuro inmediato ya que no se venden coches, por lo que los que siguen en circulación tiene cada vez más años lo que puede aumentar la siniestralidad.

Debido a la crisis los contratantes miran cada vez más el precio, por lo que las compañías se ven obligadas a ajustar al máximo los costes, reducir servicios, cambiar la atención al cliente (de personalizada a vía Internet)…Para atraer nuevos clientes y mantener los que tienen.

Direct Seguros publica todos los meses un “índice de precios del seguro”, en el que registra le evolución de los precios según las datos que maneja. En el índice correspondiente al mes de mayo, que se publicó a mediados de junio, los precios del seguro se mantienen estables con pequeñas variaciones en líneas generales, pero pueden alcanzar apreciables diferencias de una compañía a otra, que pueden ir desde subidas del 4% a descensos del 6%.

Parece que esta situación se puede definir con la frase “es el pez que se muerde la cola” ya que la crisis hace reducir los precios y esto empeora el servicio y situación de las aseguradoras; y aunque no parece que vaya a cambiar en los próximo meses, son muchos los que necesitan que este sector poco a poco se recupere.